viernes, 4 de febrero de 2011

Quizas el viento me traiga tu perfume.






En el mar, donde todo se aclara, donde las noches son mas oscuras, las estrellas se detienen para ser observadas por mi, al mismo tiempo tu cuerpo, reposado sobre la cama de otro hombre, reposado, intentas entender porque lo haces, pero ninguna respuesta aparece en tu mente, solo las bruscas acciones sexuales pueden entender tu vocabulario lleno de falacias.
Busco entre aquellos puntos celestiales la forma de captar aquella imagen que pueda envolver mi cuerpo y mi alma, busco las respuestas a todas mis lágrimas, y solo aparece tu nombre, la persona a la cual amo, riéndose en mi cara, carcajadas despedidas de tu boca atraviesan mi corazón el cual solo continua latiendo día tras día y noche tras noche a causa de tu perfume, aquel perfume impregnado a tantos otros hombres, aquel perfume que causo esta matanza...