miércoles, 15 de septiembre de 2010

Carta de un aprendiz de hombre.


Despertar ya no significa lo mismo,
ahora solo observo a mi alrededor
para tan solo desear no haberlo echo.

Camisas negras cuelgan de aquel altillo
donde solíamos escondernos de tu padre
que se aproximaba lúgubre hacia nosotros.

El miedo se inclina y golpea nuestros rostros
para así poder despertar de aquel sueño,
ya entrometidos dentro del mismo,
recuerdos que fluyen en el río
como hojas que terminan en los fogones
que nunca encendimos,
que nunca apagamos.

Como olvidar aquellas dedicatorias,
el sudor corriendo por mis brazos,
el cansancio mental que provocaste,
volver a ser un niño inocente
ya no esta en mis planes,
quizás si niñas inocentes,
lastimarlas de la misma forma que vos lo hiciste,
desparramar sus sentimientos
como vos hiciste con los mios.

Esta mezcla es muy rara,
el lector ya habrá perdido rastro alguno
de lo que en algún momento
tuvo un muy pequeño significado.

Son solo palabras narradas por mi,
relatos de mi vida,
relatos de tu vida,
relatos de nuestra vida,
silabas y estrofas navegadas por mi,
atravesando el Aqueron
o lo que queda de el
en infinidades de cósmico esplendor.

Para rematar intentemos darnos un tiempo,
solo para saber dentro nuestro
que entre vos y yo
todo
ya
se
termino
¿te parece correcto mi vida?

El paso del tiempo.

Increible pero cierto al fin.El temor mas anhelado en mi niñez ahora se completa como cualquier turno en un trabajo.El tiempo,al cual todos temen ha cambiado su curso,mas rapido,con mas frecuencia,derrapando cada gota de sangre en mi interior,trato de escapar pero parece imposible lograr sacar algo de mi galera,con la misma cubro mi rostro,luego mi cuerpo,luego mi alma,pero todo es en vano,sea donde sea ahi esta el.
Las palabras no hacen que se aleje,las palabras solo me quitan minutos en este gran fervor de Buenos Aires,la ciudad de la furia que le dicen,la ciudad en donde el tiempo es desmerecido por inquietantes y lugubres damiselas las cuales terminan en un volante cobrando por placeres sexuales,esos mismos placeres que nos hacen perder energía,tiempo y ganas,pero sobre todo tiempo!
Como escapar,pienso luego actuo,continuo pensando,solo para darme cuenta de que el tiempo esta detras mio,a donde mire,hacia donde respire,ya no queda tiempo,esta a punto de caer sobre mi,sobre ti,sobre vos,sobre el,sobre ella,la señora que cruza la calle,alejada,en su Palermo viejo donde el tiempo parece estar resguardado en una caja fuerte bajo platonicos amores terrenales los cuales perduran en aquella mente arrugada,rasgada por fruncir tanto ese ceño cuando un pequeño joven hambriento le pide una moneda;
ese mismo joven,el cual paso la mayoria de sus años en la calle,postrado,observando,inquieto,inmóvil,no es el hambre la que acecha,no es la policía la que acecha,tampoco la mala gente ni los burgueses ni los marxistas con sus marchas sino,el tiempo,aquel que todo destruye,aquel que desarrolla un cuerpo femenino,aquel que logra enamorar a la mas refinada mujer del hombre mas desdichado.
Con tantos sueños y frustraciones me voy camino a la tumba,encuentro la puerta y,de repente lo que creí era un rayo de luz solo refleja en mis ojos el paso de aquel gigante,el viento que susurra en mis oídos,el cabello en la faz de las arenas que caen del techo,mis pies,incómodos,dificiles de mover,trato de encontrar palabras sacadas del túnel o simplemente de aquella invención de Morel que lo hizo tan feliz,pero me ahoga,no es agua lo que me ahoga,tarde me doy cuenta de que es el tiempo,las arenas del tiempo me mantienen vivo y ellas decidiran cuando terminar con esta vida,golpeo mi cabeza,observo,un vidrio frente a mi,y la arena continua,en bajada sobre todo mi cuerpo,calentando mis sentimientos,destrozados por el mismo,alimentando lo que alguna vez creí muerto,alimentando un ser que ya no tiene hambre,solo respira.
Solo trata de respirar un poco mas para así darte cuenta del tiempo que tardaste en darte cuenta el tiempo que perdiste,el tiempo que dejaste pasar,ese mismo tiempo que ya no tiene vuelta atrás.