sábado, 23 de julio de 2011

La catedra de los andenes.





La cabeza sobre la puerta
entre las luces y las rosas
esas que acaparan tu atención
sostengo en mis manos
aquellas palabras
aquellos ríos
aquellas fogatas
esas cenizas que caen al suelo
impensables vientos
traen consigo la marea
roja
azul
verde
amarillenta
todos los colores otoñales
esos colores que se olvidaron
en la memoria de las personas
esas mismas personas
que prometieron recordarlo todo
todo
hasta aquellos simples rumores
esos rumores que fluían
como el dragón en el agua
como la roca en la hiedra
como la tetera sobre el horno
los pajaros que cantan
suelen revolotear en el techo
escondiéndose de las sombras
de aquellos viejos cortesanos
que esperan libremente su turno
solo para utilizarte una vez mas
solo para sentirse vivos
como antes
como en aquellas películas
las cuales aun soñamos
en las cuales no actuamos
pero nos sentimos parte
como en aquel viejo anden
donde veíamos pasar los trenes
donde los pétalos aterrizaban de una caída libre
totalmente inesperada pero
totalmente adecuada para la ocasión
vestidos
para esta ocasión especial
para simplemente
sentir los aplausos
una
vez
mas...